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El reconocido cineasta Rogelio Agrasánchez presentó una demanda exigiendo un pago por 20 millones de dólares, en contra de las diferentes cadenas de televisión en México y Estados Unidos que transmitieron sin su autorización ni el pago de los derechos correspondientes numerosas películas mexicanas de su propiedad.
La querella fue interpuesta por Agrasánchez, a finales de 2011, por violación a los Derechos de Autor ante la Procuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales, de la Procuraduría General de la República (PGR). El reconocido empresario cinematográfico, dueño de uno de los más importantes acervos fílmicos, exige la reparación del daño en contra de quienes hayan adquirido sus películas para su transmisión y retransmisión, mediante una compra ilegal de los derechos de las cintas a sus propios hijos, quienes también serían parte de este fraude.
El productor solicita la reparación por robo, fraude, plagio, daño moral, perjuicio, así como por la explotación de películas con un alto número de éstas, que han sido exhibidas tanto por la televisión de paga y como por la televisión abierta en México, Estados Unidos y otros países de América Latina.
“Las televisoras adquirieron las películas para proyectarlas sin que se les haya acreditado la propiedad con documentos o títulos de propiedad expedidos por el Instituto de Derecho de Autor; tampoco verificaron su procedencia o autorización de su propietario legal para que las películas fueran explotadas o exhibidas comercialmente”, dijo Agrasánchez.
El demandante presume que sus hijos José David, Alejandro y Julio César Agrasánchez son quienes se han apoderado y plagiado los filmes de su propiedad, y que de igual manera han estado comercializándolos y explotándolos desde hace once años, al falsificar contratos, firmas y documentos oficiales para sus fines.
Por: Alberto Estevez Arreola
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